En medio de la cuarentena se está agudizando un cambio cultural en el que la tecnología juega un rol fundamental en el uso de los medios de pago.
La revolución digital avanza a pasos firmes apalancada en el progreso tecnológico que permite hacerles la vida más fácil a los ciudadanos del mundo y en las medidas preventivas del COVID-19, como el distanciamiento y el mayor uso de las formas de pago sin el uso de dinero billete. En ese sentido, una de las incógnitas en el mundo financiero actual tiene que ver con cuándo se dejará de usar el dinero en efectivo por parte del público general.

Un rol fundamental está cumpliendo las aplicaciones para los teléfonos celulares o smartphones y computadoras personales, con los que cada vez se pueden hacer más operaciones como pedir comida, hacer compras en el exterior por internet, abrir cuentas bancarias en minutos, realizar transferencias inmediatas de dinero entre cuentas propias y de terceros.
Una de las incógnitas en el mundo financiero actual tiene que ver con cuándo se dejará de usar el dinero en efectivo. Algo impensado hace apenas una década, ya supone un destino más cercano. La necesidad de que todo sea rápido y fácil en un mundo con grandes avances tecnológicos, la seguridad y un crecimiento voraz en la digitalización de los bancos, sumado a la llegada de las fintech, colaboraron para avanzar en el proceso.
Algunos de los países que avanzaron decididamente con la posibilidad de implementar una moneda digital son Australia, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Islas Bahamas, Filipinas, Francia, Inglaterra, Japón, Suecia, Suiza y China.
¿Qué ventajas conlleva el dinero electrónico?
Según Pablo Kornblum, economista, doctor en Relaciones Internacionales y autor del libro La Sociedad Anestesiada. El sistema económico global bajo la óptica ciudadana, algunas de las ventajas de avanzar hacia una moneda digital “se puede visualizar un escenario superador a tono con el Siglo XXI, como es el evitar la destrucción medioambiental para la confección de papel moneda”.
Por otro lado, “en términos económicos se incrementaría la velocidad de los pagos interbancarios, se disminuiría los costos de las transacciones, y se podría incrementar y simplificar la recaudación impositiva, pari passu, su utilización como vehículo que desenmascare actividades delictivas como el lavado de dinero”, destacó.
Respecto a la posibilidad de que con una moneda digital se pueda combatir la evasión, el narcotráfico y el empleo no registrado, sostuvo: “Al tener una trazabilidad absoluta puedes desplomar la evasión y el empleo no registrado, pudiendo cambiar la matriz impositiva a una baja de impuestos. La moneda digital trae mayor justicia y orden. Sin hablar del narcotráfico que se le complicaría mucho el trabajo ya que el dinero en efectivo es funcional”.
Algunas de las desventajas del cambio
En cuanto a los resquemores, no está claro cuál es el rol que tomarían los bancos centrales con relación a su responsabilidad para con el público y con el resto de la banca comercial. “Todavía no es evidente cómo se implementaría la tecnología financiera y la estandarización de las cuentas, tanto a nivel nacional como transfronterizo. En términos macroeconómicos, la duda surge principalmente con relación al señoreaje externo, donde la modalidad digital facilitaría su circulación. Por ende, ante una crisis económica, la población del país más subdesarrollado podría huir más rápidamente hacia la moneda fuerte, generando una crisis cambiaria que profundizaría la debacle financiera doméstica”, planteó Kornblum.
Información tomada de Infobae.